Es una piedra que simboliza la renovación, la compasión y el equilibrio interior. Se le atribuye la capacidad de abrir el corazón a nuevas experiencias, favoreciendo la empatía, el perdón y la conexión con la naturaleza. Es considerado un cristal que impulsa el crecimiento personal y espiritual, ayudando a liberar tensiones emocionales y a recuperar la armonía interna.
En el plano energético, se asocia con la estimulación de la creatividad, la claridad mental y la intuición, siendo un aliado en la toma de decisiones importantes. También se cree que fortalece el vínculo con la tierra, aportando estabilidad y serenidad en momentos de cambio.
Está especialmente relacionado con los signos Virgo, Capricornio y Piscis, a quienes les aporta equilibrio, sensibilidad y fortaleza emocional.
Signos Zodiacales: Virgo, Capricornio, Piscis